Basta con ver la televisión en el horario maruja, por las mañanas y sobre todo después de comer, para encontrarse con anuncios de esos productos adelgazantes que te hará ser la reina de la playa, o ese pepito piscinas que el gran Fernando Esteso esculpió en nuestro subconsciente.

Por mi parte, los que me conocen saben que no está entre mis pocas preocupaciones este tema. Y para los que no me conocen, les dejo una imagen de hace ya tiempo, del verano del 2008 (tener en cuenta que estamos ordenando, aun tengo carpetas con fotos y documentos por colocar).

La verdad es que la silla tenía ya varios años, y había pasado largas horas sentado en ella, pero no deja de ser llamativo la torsión del hierro. Para los que se se imaginan el momento, mi sentido aracnido aderezado con un movimiento a lo matrix impidió el, supongo que deseado por algunos, trompazo.