Este año, como todos los años, voy a hacer una fiesta que te cagas. Hay gente que se pasa todo el año esperándola, algunos que están fuera incluso viajan para venir a mi fiestha.

La celebro en mi casa, y todos están invitados, hasta que no quepa nadie más. Claro, como no quiero que me jodan nada lo que voy a hacer, como todos los años, es cerrar con llave el cuarto de baño, ya que me lo dejan hecho un asco. Además espero que no pase otra vez como otros años, que la gente se me puso a orinar en cualquier parte, y claro, los vecinos del bloque de que se encontraron todo el suelo mojado de todos los descansillos y escaleras del bloque se cogieron un rebote que no veas. Pero joder, yo no he sido quien ha meado ahí, así que no pienso limpiarlo. Ahí se van a quedar hasta que le toque el turno a la limpiadora del edicio, que pasa una vez al mes a limpiar.

Lo que si he hecho, es quitar los geranios de mi madre. Siempre hay alguno que con dos copas de más les hace algo, o el típico que los usa de cenicero, y claro, los pobres geranios están vivos y no tienen culpa de que la gente tome copas como si se acabara el mundo.

La fiesta comienza mañana, así que hoy me he puesto a limpiar la casa, que esté reluciente para mis invitados, pasada la fiestha ya veremos como queda. El coñazo, vendrá luego, cuando la fiesta se acabe que nadie me ayuda a recoger, claro que nadie se queda hasta el final, sino que la gente va desapareciendo de igual forma que vino. Y claro, como la fiesta siempre se alarga varios días, y nadie me ayuda, pues de un día para otro no me molesto en limpiar mucho, solo recojo por encima.

El gato se queda pegado en el suelo de la casa, y cada vez que se lame las patas me da la impresión de que se me medio emborracha. A mi como me parece que está muy salao el gatico así con su puntico, pasados unos días, pese a que tengo un mocho que limpia que te cagas, dejo algunas zonas sin limpiar adrede para que el gatico se divierta, que entre unas cosas y otras, le da para un mes.