El cartel del Extremúsika corre peligro. Están anunciados Mamá Ladilla, un grupo que se mete con el rey en sus canciones, y Ratos de Porao, que defiende el canibalismo a juzgar por unos carteles del grupo donde se comen un brazo. Claro está que por allí ha estado Def con Dos, que canta a la cropofagia, o sea, comer excrementos, y no pasó nada.

Ninguno de estos grupos ha sido prohibido, la censura, porque es censura, solo la aplican el PP con la voz cantante y el PSOE con la voz cobarde contra Soziedad Alkohólika (SA), un grupo vasco que ha condenado el terrorismo cien veces y que tiene una canción que muchos han intentado relacionar con la apología etarra cuando resulta que se refiere a un soplón de la policía que denunciaba a quienes fumaban porros. Y no lo digo yo, lo dice la Audiencia Nacional, cuya sala primera de lo Penal sentenció en noviembre de 2006 que «las letras de las canciones (de Soziedad Alkohólika) no constituyen delito alguno puesto que no hacen apología de ETA y tampoco incurren en menosprecio a las víctimas de la organización terrorista».

A pesar de ello y a pesar de que SA tiene canciones como «El beneficio de la duda», donde huye claramente del extremismo, sus giras son sistemáticamente censuradas desde que la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) los colocó en el disparadero. En marzo de 2006 se les prohibió tocar en Miajadas y la censura disfrazada llegó desde la Junta. Eso sí, antes de eso, con las mismas letras, pero sin la presión de la AVT, tocaron en el Valdesarock de Cáceres con el PP y en Casar de Cáceres con el PSOE.

Artículo de J. R. ALONSO DE LA TORRE publicado en el Diario HOY el 27/02/2009