Los reyes son una buena escusa para mi para comprarme cosas que no vienen a cuento, aunque durante el año no necesito escusas... claro así luego llegan las fechas y me preguntan que quiero que me regalen y no se que responder, los pequeños caprichos me los compro yo, y los grandes son demasiado grandes como para que alguien que no sea yo me los regale. Pero este año si. Este año he sido muy bueno, y como muy poca gente me va a regalar cosas a mi, me las regalo yo mismo.

Llevo casi un mes y medio mirándolo, viendo comparativas, opiniones, reportajes, modelos, marcas, tiendas... y sopesando si realmente lo quiero (porque necesitarlo, no me engaño, no lo necesito) o es un capricho pasajero. A veces puedo llegar a ser algo compulsivo a la hora de comprar, pero con los caprichos del ordenador suelo ser un poco mas paciente y exigente, y buscar un modelo muy concreto de algo, llegando a esperar meses a que esté en una tienda en mi ciudad, o a localizarlo en alguna web fiable online.

Estas navidades, que como ya os he dicho, he sido muy bueno, así que me he comprado un monitor nuevo para el ordenador, en versión gigante. La culpa la tiene mi amigo Gabri que este verano se compró un pc nuevo con un monitor de esas dimensiones y flipé cuando se lo vi en casa. Desde entonces llevo pensando si pasarme al gran formato o no, y es que el precio es bastante alto, pero he pensado que las pagas extras de navidad están para gastarlas en navidad, y yo que ando compuesto y sin novia, en algo he de gastarlo, o un día iré a al banco y mi amigo Mesa me propondrá un plan de pensiones platino o algo así de tanto ahorrar.

Por otro lado creo que ir a un colegio de curas me ha trastornado, creando un sentimiento de culpabilidad católico apostólico y romano ante semejante gasto por algo innecesario, pero me repito a mi mismo que para eso me levanto a las 7am todos lo días, que tengo que aprovechar ahora que no tengo otras responsabilidades más importantes, que son dos días, que tampoco es tanto si miro todo el uso que le voy a dar, que si no me lo compro yo quien lo va a hacer, etc.

En fin, hecho está. Creo que no me arrepentiré. Lo malo es que me temo, noto una fuerza oscura que dice que como el ordenador no pueda desarrollar toda la resolución que necesita el monitor pensaré en comprarme un ordenador nuevo. Y ya he empezado a justificarme la siguiente compra, ya que mi ordenador actual, con el que paso largas horas de juegos, tiene casi 4 años...